Lo sabemos y lo aceptamos. El mundo de la publicidad está lleno de conceptos anglosajones, palabras que acogemos sin pararnos a pensar en su posible traducción al castellano. Nosotros en Jobs & Sons, también lo hacemos: retailing, responsive, paralax, benchmarking… Pero hoy nos hemos encontrado con un ligero problema. Andábamos a la búsqueda y captura de contenidos que compartir en nuestra newsletter, perdón, boletín de noticias -¡al que puedes suscribirte aquí!- y nos topamos con ‘retargeting’ en un titular. Vale, nosotros entendemos qué es. Pero, ¿y nuestros clientes? Nos dirigimos a públicos muy muy diferentes entre sí. Desde profesionales del sector como agencias de publicidad o grandes marcas que seguro que están a la última, a PYMES más pequeñitas que no tiene por qué conocer los últimos conceptos marketianos.
Como la noticia es interesante (los dispositivos móviles tienen mejores resultados en ‘retargeting’ que los medios más convencionales), hemos pensado que sería conveniente explicar qué es este concepto. Porque uno de los objetivos de Jobs & Sons es que todos nuestros clientes sepan cómo trabajamos. No por nada tenemos un eslogan que dice ‘Back To Basic’, que en castellano significa: vuelta a los orígenes, a cuando el cliente entendía todo lo que le decía la agencia contratada.
Continuemos pues y analicemos el ‘palabro’ en cuestión:
- Prefijo ‘re’
- Lexema ‘target’. Palabra anglosajona que en castellano significa ‘mercado’
- Sufijo ‘-ing’, que forma el gerundio en inglés.
A primera vista, podríamos decir que significa volver a alcanzar a tu público. Aunque siendo un poco más específicos, deberíamos definir el ‘retargeting’, también conocido como remarketing (como nos gustan los ‘re-re’), como una forma de publicidad online que tiene el objetivo de recuperar a los visitantes-rebote de tu página web una vez se han ido de la misma. Si para la mayoría de los sitios web, sólo el 2% del tráfico se convierten (compran) en la primera visita, el retargeting lo que quiere es volver a alcanzar al 98% restante.
Seamos algo más… terrenales poniendo el ejemplo de una tienda online. Del 100% de tus visitantes (visitantes usuales de tu web, fans de tus redes sociales, lectores de blogs que te han redireccionado), de media sólo el 2% de tus ellos compra finalmente tus artículos. Sabemos que al 98% restante le ha interesado algo de ti. La foto que has posteado; el artículo en el que hablaban de ti… El que hayan ido a tu tienda online ya es un gran paso. Ahora en lo que hay que trabajar es en que finalmente caigan en la tentación de comprar tus bonitos artículos. Y ahí es dónde entra el retargeting.
¿Y cómo se hace? A través de las famosas cookies -otra palabreja inglesa, porque decir ‘galletas’ no debía sonar muy bien-. Cada vez que tus usuarios entran en tu tienda online, son identificados y rastreados a través de una cookie anónima y única. Estos visitantes siguen navegando y pueden acceder a otras páginas que están afiliadas al mismo sistema. La cookie les identifica como visitantes de tu tienda online y, entonces, les muestra banners publicitarios de tu marca redirigiéndoles directamente a tu web. Se trata de una forma de publicidad que sólo se muestra a gente que previamente te ha visitado, es decir, que ya ha mostrado un interés en tu producto. Ésta es la característica clave del retargeting y lo que hace de ella que tenga un ROI (una efectividad) más alta que otros canales.
Sin embargo, y como todo en publicidad, cuando mejor funciona es cuando forma parte de una estrategia digital más grande, aquella que atrae a visitantes a tu página web por primera vez: marketing de contenido, AdWords, publicidad online…